Oliver Sacks afirma que “hay defectos, enfermedades y trastornos que pueden desempeñar un papel paradójico, revelando capacidades, desarrollos, evoluciones, formas de vida latentes, que podrían no ser vistos nunca, o ni siquiera imaginados en ausencia de aquéllos. Es la paradoja de la enfermedad, en este sentido, su potencial creativo”.
Lo sabemos. La salud mental de los jóvenes es un problema que exige atención inmediata. Según datos de la OMS, uno de cada siete adolescentes de 10 a 19 años (14%) padece algún trastorno mental y siguen en gran medida sin recibir el reconocimiento y el tratamiento debidos. Una crisis que no ha hecho más que aumentar en magnitud debido a la pandemia y otros desafíos socioeconómicos. Pero, ¿qué sucede cuando son los propios jóvenes afectados los que toman el control a la hora de generar la narrativa que se ocupa de hablar sobre salud mental? Eso es precisamente lo que se plantea el proyecto Mindset Revolution.
Mindset Revolution está diseñado para que los jóvenes creen sus propios espacios de participación, en los que puedan construir una voz colectiva que pueda ser escuchada alto y claro por los servicios de salud mental y los responsables políticos.
El primer paso de este proyecto empieza en Great Manchester. El 13 de febrero de 2023, un grupo de jóvenes neurodiversos se pusieron manos a la obra para pensar y generar un espacio híbrido de trabajo a la búsqueda de:
1) cuáles son los principales problemas de salud mental de los que los jóvenes quieren hablar
2) cómo llevar a cabo una consulta para conocer cuáles son las propuestas que los jóvenes y los grupos que trabajan en el ámbito de la salud mental quieren proponer para mejorar la atención a la juventud
3) qué herramientas metodológicas pueden hacer sus propuestas más efectivas a la hora de presentar un plan de cambio a los servicios públicos e instituciones.
Utilizando un enfoque de “ensamblaje” (assemblage), una combinación de infraestructuras digitales y no digitales para facilitar la participación, todo el proceso fue diseñado y facilitado por ellos mismos, a quienes se les proporcionó espacios y recursos a para que pudieran transitar de afectados a plenos protagonistas de su propio proceso, donde su voz pudiera ser escuchada con claridad y desde donde podían ayudar a moldear las políticas de salud mental juvenil y cambiar la forma en que se prestan los servicios. Un enfoque flexible, que se adapta a las necesidades de la comunidad en un momento determinado, permitiendo una participación inclusiva y diversa.
El resultado fueron 12 propuestas políticas trabajadas a partir de una encuesta a 42 personas de entre 16 y 25 años:
¿Cuáles fueron las demandas de los jóvenes?
Seis demandas de servicios de salud mental inclusivos y accesibles: Accesibilidad de los servicios de salud mental para jóvenes; Integración y mejora del acceso a los servicios asistenciales; Formación dirigida por jóvenes para los proveedores de servicios; Mejorar la influencia de las diversas culturas en los servicios de salud mental; Jornadas de experiencia en diversidad, series de formación y certificación QAF; Defensores de los jóvenes que les ayuden a navegar por el sistema sanitario.
Tres demandas de apoyo a la salud mental en los entornos educativos: Espacios de salud mental diseñados por los jóvenes; Un sistema educativo diseñado para la salud mental positiva y el bienestar; Apoyo accesible sin evaluaciones diagnósticas en escuelas e colegios e institutos.
Dos demandas para implicarse en la coproducción de políticas con los jóvenes al frente: Reunir en torno a la misma mesa a todas las partes interesadas en los servicios de salud mental para jóvenes; Diseñar conjuntamente un itinerario más colaborativo de apoyo a la salud mental de los jóvenes.
La exigencia de replantear el papel de la policía en las emergencias de salud mental: Transparencia y reducción de daños en la gestión policial de las crisis de salud mental.
¿Cuál fue el proceso?
Liderado por los jóvenes: Ali Coleman, Bolu Onalaja, Charlie, Cicka, Chimwemwe, Dan, Destiny, Jordan, Juliet, Lee, Linton, Maame, Millissa, Mahdiyyah, MJ, Oscar, Prateek, Saira, Sam, Ummay, Zainab y Zara, el grupo se dividió en tres espacios de trabajo:
1. La comisión de Teatro Legislativo, que trabajó junto a Katy Rubin, profesional de Legislative Theatre (LT), para crear una obra sobre salud mental. En el marco de Mindset Revolution, cuatro jóvenes se formaron como facilitadores con Katy para después trabajar con otros seis jóvenes para crear su propia obra sobre salud mental, Mask To Break.
El Teatro Legislativo utiliza la creatividad y el arte como herramientas para fomentar el cambio de políticas. A través de esta técnica, los jóvenes crean y representan una obra de teatro que relata su experiencia con el sistema de salud mental y el público, compuesto por profesionales y responsables políticos, participa activamente aportando soluciones y comprometiéndose a implementar cambios.
2. La comisión de Participación Digital, seis jóvenes co-diseñaron un proceso digital para la participación juvenil centrado en el apoyo a la salud mental y una plataforma digital, Open Spaces, donde crear y compartir recursos sobre salud mental.
2. La comisión de Investigación Participativa. Siete jóvenes evaluaron las posibilidades narrativas del proyecto utilizando diversos métodos creativos e innovadores, como la poesía, el dibujo o el podcasting.
Siguientes pasos
El trabajo realizado tuvo su continuidad en el Decidim Fest de este año 2023. En el taller, Entornos Digitales para el Cuidado y la Democracia: Elaboración de Políticas y Rendición de Cuentas Dirigidas por Jóvenes los participantes escucharon de primera mano los resultados de la experiencia en Great Manchester para después dividirse en tres grupos: el primero dedicado a entender cómo es posible mejorar el entorno participativo virtual en el que se dan este tipo de proyectos participativos; el segundo, que siguió explorando si es posible generar narrativas, inspirados en el ejemplo del Teatro Legislativo trabajado en Manchester, a través de nuevos formatos que impacten más y mejor en las administraciones públicas a la hora de sensibilizarlas sobre cuestiones referidas a la salud mental de los jóvenes; y, el tercero, que se ocupó en recoger en un formato experimental, todo el conocimiento y los procesos llevados a cabo hasta el momento.
Los objetivos del taller fueron, por un lado, explorar cómo la cultura puede ayudar a traducir las recomendaciones y propuestas políticas en un formato accesible para llegar a la ciudadanía, especialmente a las jóvenes y a las escuelas y, por otro, debatir cómo podría mejorarse el diseño del componente de rendición de cuentas para incluir la diversidad de elementos y cómo hacerlo más accesible y fácil de usar para el seguimiento y la evaluación.
La actividad acogió la asistencia de una veintena de personas que con su creatividad y conocimiento ayudaron a vislumbrar nuevas posibilidades de implementación de este tipo de procesos en colectivos jóvenes interesados en la salud mental de aquí en adelante.
Hacia dónde vamos, ¿nos acompañas?
Si algo demuestra el proyecto Mindset Revolution es que el cambio es posible y ya ha habido compromisos de profesionales de la salud mental y responsables políticos para implementar acciones que pueden conducir a un cambio significativo. Este proyecto, por tanto, es un primer paso en un proceso hacia una participación sostenible y arraigada dirigida por los jóvenes para pensar la salud mental desde su propia perspectiva y sus propios intereses.
Los jóvenes son, sin duda, el futuro. Pero también están aquí, en el presente, listos para ser escuchados y para marcar la diferencia. En Mindset Revolution, creemos en la participación ciudadana y en el poder de la tecnología para impulsar el cambio.
Este proyecto está siendo posible gracias a la colaboración de la profesora Sonia Bussu de la Universidad de Birmingham, la Fundación Platoniq, James Duggan y Zarah Eve de la Universidad Metropolitana de Manchester, el Youth Focus North West, Katy Rubin, 42nd Street, Reform Radio y GM-i Thrive.
Nota: versión actualizada del artículo: “Revolución de Mentalidad: Transformando la Participación Juvenil en Salud Mental”, publicado en el nº1 del Wilder Journal