Entrevistas

Yanina Welp Polarización, despolarización y el papel de la ciudadanía en la democracia moderna

13/noviembre/2024 por Olivier Schulbaum
Yanina Welp
Olivier Schulbaum

Olivier Schulbaum

Co-fundador de la Fundación Platoniq

Emprendedor Social, fundador de la plataforma de financiacíon colaborativa ética Goteo. Trabajo como consultor en numerosas organizaciones nacionales y extranjeras aplicando mis conocimientos y amplia experiencia en diseño y desarrollo de metodologías ágiles y herramientas open source para la innovación social digital. Desde el 2001 llevo a cabo acciones y proyectos en los que los usos sociales de las Tecnologías de la Información y la Comunicación y el trabajo en red son aplicados al fomento de la comunicación, la autoformación y la organización ciudadana. Miembro del Patronato de la fundación Ciudadana Civio.

En Platoniq interpreto las necesidades de nuestros socios teniendo en cuenta los nuevos retos sociales, las oportunidades y los paradigmas tecnológicos. Llevo a cabo proyectos desde 2001, en los que se aplican los usos sociales de las TIC y las redes distribuidas para mejorar la comunicación, la autoformación, el emprendimiento social y la organización ciudadana. Mis trabajos con Platoniq se han presentado en congresos de innovación y festivales de cultura digital y se han puesto en marcha en organizaciones como la cooperativa vasca Mondragón y en varios espacios educativos de Europa, Asia y América Latina.

Yanina Welp es una destacada politóloga y experta en democracia participativa. Con una sólida trayectoria académica y profesional, ha trabajado en numerosas investigaciones sobre mecanismos de participación ciudadana y su impacto en las democracias contemporáneas. Actualmente, es investigadora asociada en el Centro Albert Hirschman sobre Democracia en Suiza y ha publicado extensamente sobre temas de participación ciudadana, democratización y autocratización.

¿Cómo defines la polarización y cuáles son los factores clave que contribuyen a su crecimiento en las democracias modernas? Cuáles son algunas estrategias eficaces para la despolarización y cómo pueden aplicarse en diferentes contextos políticos?

Lo primero que me parece importante señalar es que polarización fue la palabra escogida por la RAE como palabra del año en 2023. Se habla mucho de polarización, pero se reflexiona poco sobre ella. Este es un problema generalizado en el mundo de los eslóganes y los titulares.

La ciencia política tiene una definición clásica de polarización aplicada al sistema de partidos: la polarización es la distancia ideológica entre partidos. En la discusión contemporánea, la polarización se percibe como algo negativo. Sin embargo, si pensamos en la distancia ideológica entre partidos, esto no es más que la normalización de diferentes visiones del mundo que deberían representar estos partidos.

Vivimos en un contexto de gran polarización, pero en el pasado ocurrió lo contrario. El Consenso de Washington en las Américas y la caída del muro de Berlín son ejemplos de procesos que consolidaron la idea de que solo existía un modelo válido: la democracia liberal, inseparable de ciertas formas económicas específicas. En los 90, las políticas de ajuste fueron la única opción, despolarizando y despolitizando el debate. La tecnocracia llegó antes que la polarización y el populismo. La polarización no siempre es mala; el problema es qué tipo de polarización y qué consecuencias tiene.

En el sistema de partidos, la polarización no sólo es inevitable, sino también necesaria. La pregunta que debemos hacernos hoy es qué tipos de polarización existen y cuál de ellos perjudica la democracia
Yanina Welp

En el sistema de partidos, la polarización no sólo es inevitable, sino también necesaria. La pregunta que debemos hacernos hoy es qué tipos de polarización existen y cuál de ellos perjudica la democracia. La búsqueda del consenso puede sonar muy bonita, pero a veces nos lleva a negar diferencias que son parte esencial de un ideal democrático. . Lo que importa no es eliminar el desacuerdo sino contar con métodos justos y aceptados para tomar decisiones.

En el ámbito de las ciencias sociales, hay una producción académica interesante, especialmente en Estados Unidos, que distingue entre polarización ideológica o programática, relacionada con los partidos, y polarización afectiva, que genera animadversión. Esta última crea lo que se llama comunidades de sentido, donde la identidad del grupo se fortalece en contra del adversario. Esto es especialmente negativo porque genera odios y fomenta el alineamiento acrítico: se apoya o se rechaza una política según quién la proponga, no por su contenido. Estamos atrapados en un dilema. Y la forma en que se da el debate es parte del problema, porque estamos todo el tiempo hablando de cómo despolarizar. Está bien plantearlo, pero no con la expectativa de que despolarizar signifique acabar con las diferencias o llegar a consensos. Las estrategias deben orientarse a generar diálogos constructivos que no vulneren derechos.

¿Cómo consideras que la polarización impacta en las comunidades locales, especialmente en el contexto de la democracia agonística propuesta por Chantal Mouffe?

¿Qué fue la Revolución Francesa? La guillotina, cortar cabezas porque todo el mundo tenía “demasiada razón” y poca capacidad de escuchar a otros y acordar. Ahí hay un problema. Creo que tenemos un acuerdo en el diagnóstico, pero a veces exageramos la negatividad del estado de cosas, sobre todo porque lo hacemos desde entornos donde no vivimos tan mal. Esto no quiere decir que no haya problemas, sino que no todo está igual de mal. Los discursos catastrofistas son perniciosos porque allanan el camino a medidas punitivas.  Pasa con otras narrativas que generan rechazo a los partidos. Por ejemplo, la corrupción. Estamos constantemente expuestos a este discurso. Y es verdad, hay mucha corrupción, pero no todo es corrupción ni falta de vocación política. Hay una sobrevaloración de la pureza de los movimientos sociales y el activismo de la sociedad civil, y un total descrédito de la política. Alguien que entra en política desde un movimiento social, después de un período, ¿qué es? ¿Ya no es político o política? Claro que sí. Entonces hay que evitar propagar discursos que erosionan cada vez más la confianza.

En Fundación Platoniq trabajamos mucho con jóvenes y vemos que ellos distinguen mejor que nosotros entre lo verdadero y lo falso. Nos preocupa más a nosotros, pero ellos están más allá de eso. Hemos desarrollado programas entre escuelas y bibliotecarios, comparando temas de migración actuales con periódicos de hace 100 años. Son diferentes poblaciones y movimientos, pero los mismos discursos de odio.

En los talleres con jóvenes, he visto que ellos rechazan la idea de que “son el futuro” porque los despolitiza. Queremos soluciones para ellos, pero ellos deben estar en el debate. No debemos pedirles demasiado, sino incorporar sus voces y experiencias en un contexto específico. En el ámbito político, creo que cabe trabajar sobre la confiabilidad de los datos. En el debate sobre inmigración, por ejemplo, necesitamos datos confiables para discutir y resolver. Los datos no son interpretables, quiero decir, 15% es 15% pero sí se puede saber con qué criterios y técnicas de recogida de información se llegó a ese 15% y luego, sí, las interpretaciones de sus consecuencias son diversas.

Two Natures, 2024

La narrativa y las estrategias comunicativas son esenciales para abordar la polarización. Necesitamos múltiples estrategias para llegar al público, utilizando emociones e interacciones para generar impacto. Es importante incorporar estos aspectos, ya que tienen mucho potencial.

¿Cómo puede la democracia deliberativa, a través de asambleas, abordar de manera efectiva temas polarizantes como la inmigración o el cambio climático sin desviarse hacia debates estériles?

Yanina Welp: Muchas asambleas evitan abordar temas polarizados prefiriendo centrarse en cuestiones más generales en que hay mayores acuerdos. No suelen incluir discusiones sobre la migración, por ejemplo. Me pregunto si existe un modelo de asamblea o sistema participativo que pueda manejar de manera efectiva temas tan polarizantes como la inmigración o el cambio climático, sin desviarse hacia debates estériles.

Mi enfoque no está tanto en datos cuantitativos como en el proceso mismo y las reglas del juego que todos acuerden. Porque si cada parte presenta sus propios datos, se puede perder de vista la verdad compartida. Es como el fútbol: puedes perder un partido pero si se respetan las reglas, el resultado es legítimo. El mismo principio se aplica a los procesos electorales y a cómo se manejan las disputas al respecto.

Veo desafíos para abordar estos temas en abstracto por la importancia de adaptar el proceso a su contexto institucional. Por ejemplo, en Irlanda, el modelo ha funcionado bien en ciertos casos debido al compromiso de los actores y a la celebración de referendos para ratificar decisiones.

Sin embargo, existe una expectativa problemática de que las asambleas deliberativas resuelvan problemas sin considerar su entorno institucional más amplio. En España, por ejemplo, la limitación de potencial se debe a la falta de mecanismos claros para implementar las decisiones de las asambleas. Es un problema complejo que requiere cambios institucionales significativos más allá de las asambleas en sí mismas.

Es crucial politizar y abrir más el proceso, involucrando a movimientos sociales y partidos políticos en las asambleas. Creo que esto puede priorizarse más que simplemente enfocarse en la representación descriptiva de los participantes. Las asambleas deben ser un espacio para el debate vigoroso y bien informado que incluya perspectivas diversas y confrontaciones constructivas.

¿Cuáles son las estrategias más efectivas para hacer que las asambleas sean inclusivas y representativas, especialmente en contextos políticos y sociales diversos

Yanina Welp: Hablamos mucho sobre cómo las asambleas pueden ser más inclusivas y representativas, especialmente en entornos como Barcelona o Madrid, que tienen contextos políticos y sociales distintos. Esto contrasta con lugares como Suiza, donde el referéndum directo es una herramienta establecida que encaja mejor en su estructura institucional. En cada lugar, es esencial realizar un diagnóstico exhaustivo de los desafíos y adaptar los modelos de participación en consecuencia.

Por ejemplo, las asambleas sorteadas, aunque tienen su valor, no deberían ser la prioridad en cualquier contexto. Creo que es más efectivo fomentar otro tipo de acción colectiva y movilización social. Es crucial evitar la sobrerregulación de la participación ciudadana, ya que puede ahogar la iniciativa local y desalentar a quienes realmente buscan hacer cambios desde abajo hacia arriba.

Creo que mientras que las asambleas sorteadas pueden ser parte de la solución, necesitamos enfocarnos en crear un entorno institucional que las apoye y las integre efectivamente en el proceso democrático más amplio.
Yanina Welp

Creo que mientras que las asambleas sorteadas pueden ser parte de la solución, necesitamos enfocarnos en crear un entorno institucional que las apoye y las integre efectivamente en el proceso democrático más amplio. Esto implica no solo entender su función dentro de la democracia deliberativa, sino también mejorar la capacidad de respuesta y la implementación de sus decisiones para garantizar su efectividad a largo plazo.

Las asambleas sorteadas son un modelo muy refinado. Pero la aspiración debería ser la construcción de capital social, que es lo más importante y lo que garantiza una mejor convivencia y quizás otros métodos sean más efectivos.  En nuestro contexto, se hacen muchas cosas, y deberían ir a más, no a menos. El problema es que tienen poca representatividad. Antes, los presupuestos participativos eran la forma más común de participación en Europa. En mi opinión, y después de haber vivido en Suiza, creo que la mejor forma de participación es el referéndum. Se ha sugerido combinarlo con asambleas ciudadanas. Aún no está todo dicho ni visto. Sería interesante que, en temas que dividen mucho a los partidos, se pudiera, idealmente, convocar un modelo similar al de Irlanda, pero con más capacidad de activación ciudadana. Bélgica tiene asambleas sorteadas permanentes, y en Suiza, los consejos locales invitan a la ciudadanía permanentemente. 

En definitiva, debería haber una reflexión sobre la democracia y la institucionalización, que funciona hoy y mañana deja de hacerlo. Y en vez de buscar la fórmula perfecta habría que pensar que las cosas pueden dejar de funcionar, y trabajar desde la conciencia de ello. No deberíamos entender la participación de forma separada al sistema de partidos. Si no encontramos ninguna alternativa, los partidos deben también escuchar. Podríamos buscar un formato que los integre y que deban responder. Es decir, de una recomendación podría surgir una iniciativa ciudadana. Este tipo de iniciativas podría ser llevado directamente a asambleas.

“¿Cuándo y cómo consideras que se debe ‘privilegiar’ la voz de los afectados en espacios y procesos deliberativos, especialmente en la creación de agendas políticas, y qué importancia tiene la co-creación con los afectados en la efectividad de las políticas públicas?”  

Yanina Welp: En cuanto a la creación de la agenda, efectivamente, sería interesante distribuirla de manera que los más afectados tuvieran una voz significativa. Hay una larga tradición de estudios de políticas públicas que muestra la importancia de la co-creación con los afectados. Sin embargo, cada contexto necesita definir bien cómo integrar a la gente, sin idealizar la transformación radical. Es crucial incluir la visión de los afectados en el proceso de creación de la agenda, ya que la efectividad de las políticas públicas diseñadas sin la gente es muy baja. 

Por ejemplo, en América Latina, los programas de vivienda que no consideran las necesidades locales suelen fallar. La co-creación es esencial, aunque debe definirse claramente en cada contexto. No se trata de mitificar los ideales revolucionarios, sino de reconocer tanto la ineficiencia de las respuestas tecnocráticas como de las limitaciones de los cambios radicales. Incluso en la revolución francesa, ciertas dinámicas de poder continuaron. Es crucial combinar diferentes enfoques en la participación, integrando a políticos, movimientos sociales y mecanismos como las asambleas sorteadas, todos siguiendo reglas claras. 

Two Natures, 2024

Esto podría motivar a los políticos a ver el sentido de la participación ciudadana y reducir el miedo a la cooptación. Conocer ejemplos concretos de variaciones en asambleas podría ser útil, aunque no tengo conocimiento directo de ellos. En cualquier caso, es importante que las asambleas sean inclusivas y flexibles, adaptándose a las necesidades y contextos específicos para ser realmente efectivas. 

Esto se relaciona con la pregunta sobre cómo dar más voz en la creación de la agenda de estas asambleas a los más afectados. Nosotros trabajamos mucho en temas de salud mental e inmigración. ¿Crees que sería válido que la creación de la agenda fuera más distribuida, convocando a la ciudadanía y asegurando diversidad y representatividad? 

Yanina Welp: Hay una larga tradición de estudios sobre diseño de políticas públicas que debemos revisar. En cada instancia se debe tener claro qué se espera, porque siempre se necesita conocimiento experto en ciertos aspectos, como la medicación en salud mental. Debemos definir cómo integrar a la gente en distintas fases del proceso. No podemos escapar de la co-creación de la agenda con los más afectados.  

¿Cómo pueden los algoritmos ser diseñados para tener en cuenta las intersecciones de identidades y no solo las características demográficas individuales, especialmente en un contexto de creciente discriminación algorítmica?  

Yanina Welp: Lo que propones, sobre el algoritmo y la representatividad en las asambleas, es interesante. No conozco ejemplos específicos, pero probablemente existan. Quizás los irlandeses tengan más información sobre esto. En cuanto a la dramaturgia en estos procesos, las reglas de juego deben estar claras. Es importante manejar el discurso de manera que primero se forme una opinión propia antes de introducir otras opiniones. La idea es que haya una mezcla de sorteados, movimientos sociales y políticos, todos juntos, aceptando reglas y métodos comunes. Esto podría hacer que los políticos vean un sentido en estos procesos.  Para acabar diría que hay un miedo a la cooptación, pero debemos salir de esa torre de marfil y llevar estos conceptos a la práctica   

Explorando los procesos deliberativos de la memoria Colectiva 

¿Existen procesos de deliberación o asambleas ciudadanas para consensuar visiones del pasado o acordar una narrativa equilibrada de hechos históricos polarizados? 

Yanina Welp: El trabajo sobre la memoria histórica implica mucho trabajo colectivo. No me consta que se haya usado el concepto “asamblea ciudadana” pero sé que hay mucha conversación y trabajo colectivo. Los hechos creo que toca a la comunidad de historiadoras e historiadores ordenarlos. La memoria es otra cosa y ahí sí, con base en la historia, los relatos colectivos adquieren su valor.   

Imaginando casos 

En un ejercicio imaginario, se podrían considerar posibles aplicaciones de asambleas ciudadanas en Europa para abordar cuestiones históricas y culturales. Por ejemplo, se podría imaginar que en Irlanda del Norte, después de décadas de conflicto, se establecen asambleas ciudadanas para discutir el legado del conflicto. Estas asambleas permitirían que personas de diferentes comunidades y perspectivas compartieran sus experiencias y visiones sobre el pasado, contribuyendo así a la reconciliación y la comprensión mutua.   

¿Cuáles son los principales desafíos y beneficios de utilizar asambleas ciudadanas para abordar cuestiones históricas controvertidas, como hemos imaginado en los casos de Francia y España?  

Yanina Welp: En Colombia entre los programas de construcción de la paz se hicieron diálogos entre paramilitares y miembros de las FARC, creo que en País Vasco también se promovieron diálogos de este tipo. Hay experiencias de escucha muy importantes. La asamblea es un formato más que se puede explorar. No sé en qué medida el sorteo debe ser el centro de la cuestión, Quizás hay que pensar más en los objetivos y la escalabilidad antes de darle tanta centralidad a la representación descriptiva.